Dos hechos permiten pensar en una estrecha interrelación entre la industria turística y la informática, por un lado el hecho del que el turismo al ser la primera industria mundial se convierte, potencialmente en el principal cliente de la industria informática, y por otro lado el hecho de que la información está en los mismos cimientos de la industria turística.
Por otra parte, ambos sectores, el de las nuevas tecnologías y el de la industria turística, pueden considerarse como los sectores emergentes en la segunda mitad del siglo XX.
Además la industria turística era y es atractiva para el desarrollo de tecnologías de información: el turismo es una actividad interterritorial que promociona y comercializa actividades ofrecidas lejos del lugar donde se encuentra el cliente y por otro lado, al formar parte de una industria que involucra ocio y entretenimiento, necesita medios de promoción basados en medios audiovisuales que resulten atractivos.
La aplicación de las tecnologías en la industria turística no se circunscribe exclusivamente a las compañías aéreas, aunque sean estas y los espacios físicos en los que operan, aeropuertos, donde más claramente se visualiza la relación entre las Tecnologías de Información y Comunicaciones y el transporte de viajeros, que pueden ser o no viajes turísticos, pero precisamente la peculiaridad del producto turístico reside en el hecho de que es el consumidor, el turista, el cliente el que se traslada no la mercancía. Grandes paneles que procesan datos a la velocidad de la luz, procesos de embarque, cabinas, cintas transportadoras o cajeros automáticos son las terminales de un complejo entramado tecnológico.
En la actualidad los GDSs engloban consorcios de proveedores de productos y servicios turísticos y proveen de información en tiempo real a cientos de compañías aéreas y decenas de miles de hoteles. Sus terminales distribuidas por las agencias de viajes se cuentan por cientos de miles, configurando una gigantesca red mundial de venta de productos turísticos.
La industria turística, intensiva en información, ha venido haciendo uso de las tecnologías que le facilitaran el procesado de millones de datos; se estima que una compañía aérea realiza 25 transacciones para materializar una reserva, y como a partir de los años cincuenta se desarrollan las centrales de reserva (CRS) seguidas en los años setenta de los sistemas globales de distribución (GDS), auténticas ventanillas únicas del turismo internacional.
Por ejemplo, el GDS Amadeus3 cuenta en la actualidad, con casi 150.000 terminales instalados en empresas turísticas de todo el mundo; en España, alrededor de 3.500 agencias de viaje cuentan con terminales Savia-Amadeus cuyo origen se encuentra en la antigua red de distribución establecida por la compañía aérea Iberia en los años ochenta.
Actualmente, alrededor del 80% de las reservaciones de hotel se hacen a través de este tipo de sistemas ya que ofrece grandes ventajas tanto para las empresas hoteleras como para los agentes de viajes.
También se emplean los PMS (Property Management System) o sistemas de gestión de la propiedad, sobre todo para la gestión hotelera. Los PMS son programas instalados en el ordenador central de un hotel que maneja las funciones principales de los procesos de información como reservas, operaciones de front office y back office y algunas funciones de gestión, además de ser el centro de conexión con otros sistemas de otros hoteles o destinos.
A menudo, los PMS y los CRS están integrados para mejorar la eficiencia de los hoteles, facilitar el control, reducir el personal y permitir una respuesta más rápida a los requerimientos de los clientes y de la propia gestión.